viernes, 8 de junio de 2007

CUANDO LOS PROFESORES NO QUIEREN PENSAR

Lo que voy a contar sucedió hace unos meses en cierto instituto de la Región de Murcia, en el que soy profesor. Propuse a los jefes de Departamento de las distintas asignaturas que, aprovechando la reunión semanal que tenemos para tratar asuntos generales referentes a la marcha del instituto, y dado que nos suele sobrar tiempo, nos dedicáramos a reflexionar sobre los verdaderos problemas que hoy afectan al sistema educativo. Vamos, que hiciéramos una especie de debate o mesa redonda semanal sobre qué es lo que está pasando en los institutos actuales, como paso previo a unas posibles medidas correctivas futuras más allá de los consabidos desdobles, clases de apoyo y repaso etc.etc.

Reacción de mis compañeros: silencio absoluto, incomodidad, cierto tono de burla irónica, cuando no manifiesta hostilidad. Sólo uno mostró cierto apoyo a mi propuesta. Los demás se callaron en bloque. Una compañera me dijo que bueno, que si eso se organizaba en forma de cursillo de los que dan puntos para los sexenios... Otra, más directa y brutal, me dijo que le parecía mal que yo me atribuyera el papel de "movilizador de las conciencias". Y ahí se terminó la cosa. Visto el panorama, se comprenderá que el autor de estas líneas haya abandonado por completo su iniciativa.

En todos los institutos por los que he pasado, me he encontrado con experiencias semejantes. La gran mayoría de los profesores no quieren pensar. Les da miedo ir al fondo de los problemas. Lo cual me hace pensar en el "hombre light" que describe el psiquiatra Enrique Rojas. El "hombre light" de nuestros días es alérgico al auténtico pensamiento, que le obligaría a asomarse a abismos de los que huye con todas sus fuerzas. Hoy hemos llegado a la etapa de los "profesores light".

2 comentarios:

Kayazarami dijo...

A ver, profesor, ¿en serio se le ocurrio que el resto del profesorado iba a ponerse a pensar en como mejorar el sistema educativo con la de estudiantes que les importa un pimiento la ESO y solo están incordiando? Si el fallo no esta en el sistema educativo, sino en los estudiantes y el desinteres de hoy en día. Lo que debería solucionarse es la obligación de asistir hasta los 16 años. Aunque no quita que sea imposible hacer reaccionar al resto de docentes. A ellos basicamente les importa hacer su trabajo, ganar su dinero, si eso se preocupan por sus estudiantes que muestran interes y sanseacabó.

Y hay otros que ni eso, que al estar en las clases de los "desinteresados" pasan olimpicamente de los que están por que no llegan al nivel exigido.

¿De verdad pensó que iba a solucionar algo? Le aseguro, que en el "cierto instituto de murcia" en el que lo comento, el sistema de enseñanza es incluso muchisimo mejor al del resto de institutos de la region, en donde lo hubieran mandado literalmente a freir esparragos (forma fina).

De "cierta alumna" de "cierto instituto de murcia".

vlad apetrei dijo...

Querido profesor, Cuanta razón tiene: los profesores no quieren pensar. ¿Me pregunto como podrían quererlo si no saben tan siquiera de lo de que se trata. Y me perdone que sea tan categórico. Pensar es aventurarse en la actividad del conocer, es decir, crear representaciones genuinas, que las realiza el núcleo espiritual, el yo humano, sin ningúna mediación, siendo el pensar una actividad totalmente transparente para el mismo. El pensar es algo con lo cual el hombre se encuentra, si bien es el que lo tiene que actuar creando mediante la fuerza de la atención el escenario dentro de la conciencia y la fuerza para sostenerlo en una dirección. Igualmente que no se puede caminar si no se quiere ir a alguna parte, no se puede pensar sin una dirección sostenida por la voluntad. Esta se dirige tanto a los objetos de la percepción sensible o bien a objetos supra sensibles como ideas o conceptos. Los contenidos del pensar provienen de estos,y la organización de estos en el edificio o estructura que se crea manifiestan la objetividad de la actividad pensante. Es una actividad espiritual objetiva precedido por la voluntad,que se realiza no obstante en el escenario de la conciencia. Ello conduce la conocer. Lo que ejercitan nuestros profesores no es más que una actividad especulativa con las representaciones ya efectuadas por el pensar, indudablemente en otros hombres en algún momento anterior, hecho que los transforma lamentablemente en "procesadores de datos", o intelectuales, es decir los que se dedican al cultivo del intelecto que no podemos confundir con la actividad pensante. El hecho es de uso tan general y llega a tal punto, que sin exagerar, podemos decir que nadie piensa en verdad. Las universidades hace tiempo que ya no son los lugares donde esta actividad, pensar se enseñe. De parte de un profesor del pensar.