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martes, 12 de junio de 2007

EL MAYOR PROBLEMA DE NUESTRO MUNDO

El mayor problema de nuestro mundo no es ni Bush, ni Al Qaeda, ni el cambio climático, ni el G-8 y el FMI, ni ninguna otra realidad que se sitúe en el nivel de la economía, la política y la actualidad social. De igual manera, el mayor problema de España no es Zapatero, ni "la derecha", ni Aznar, ni la COPE, ni la inmigración, ni ETA, ni el terrorismo islamista, ni los partidos nacionalistas, ni la subida del euribor.

El mayor problema del mundo es que estamos viviendo en una especie de "Matrix" espiritual. Creemos que la vida es esta cosa gris por la que hoy en día discurre nuestra existencia: el trabajo, la televisión, el fin de semana, el sexo, los periódicos, los deportes, el aburrimiento y el vacío. Estamos alienados respecto a la auténtica realidad. Vivimos en una cárcel invisible que somos incapaces de percibir. Ya ni siquiera nos damos cuenta de que somos prisioneros. Pero aquí mismo, junto a nosotros -pero a una distancia infinita de nosotros-, nos espera un mundo nuevo, lleno de misterio y autenticidad. Un mundo que es como un gran árbol frondoso, frente a esta llanura desértica en la que ahora vivimos. Ahora sólo nos resta la tarea de encontrar la puerta secreta que nos da acceso a ese otro mundo que hemos olvidado y que debemos redescubrir.

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viernes, 11 de mayo de 2007

MARÍA TERESA FERNÁNDEZ DE LA VEGA, SOBREVALORADA

Las encuestas del CIS -discutiblemente fiables, por otro lado- nos vienen repitiendo durante los últimos tres años que la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega es uno de los miembros del Gobierno mejor valorados por los ciudadanos. Ahora bien: en sus muy numerosas intervenciones públicas, sólo la he escuchado reproducir los mismos eslóganes y mensajes políticos estereotipados que repiten sus demás compañeros del PSOE. Ni un atisbo de originalidad o independencia de pensamiento. Ninguna retórica deslumbrante. Ningún signo de mejor formación cultural que la media. Y, lo que es peor, ningún mayor grado de autenticidad humana que el bastante mediocre que es habitual en nuestra clase política, tanto en el PSOE como en el PP, IU y los nacionalistas. Sencillamente, Fernández de la Vega es una política más en el gris panorama político español contemporáneo.

Entonces, ¿por qué parece valorársela especialmente? A mi modo de ver, por tres razones: porque es la mujer que ha alcanzado un puesto de mayor relevancia política en España (la vicepresidencia del Gobierno). Porque da la imagen de persona mayor (no conozco su edad exacta, pero es, sin duda, la política que parece de más edad entre los políticos españoles de hoy), y eso le granjea cierta simpatía añadida. Y, finalmente, porque da la impresión de trabajar mucho, ya que continuamente sale a dar la cara en las ruedas de prensa, a apagar fuegos y a lidiar con las patatas calientes que tan poco le gustan a Zapatero. Cuando se desencadena alguna tormenta política desfavorable para él, Zapatero suele seguir la estrategia de desaparecer durante dos o tres días, a ver si entretanto escampa. Pero alguien tiene que dar la cara por el Gobierno: y allí que sale la señora De la Vega, dispuesta a aguantar el chaparrón. Tal vez en esto -en el valor de dar la cara- consista el mayor mérito que haya que reconocerle. Quizá tenga otros y yo personalmente no los conozca. Pero, desde luego, no me lo parece. Por lo que he visto de ella hasta el momento, Fernández de la Vega es una política del montón.

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viernes, 4 de mayo de 2007

EL PP, EL 11-M Y LA TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN

"El País" se felicita de que el PP parezca estar empezando a desmarcarse de la teoría de la conspiración en referencia a los atentados del 11-M. Ya se sabe: que ETA pudo tener algo que ver, de algún modo, con tales atentados, posiblemente convenientes para producir un vuelco político en España.

Es cierto que, durante estos últimos años, distintos dirigentes del PP han dado pábulo a esta teoría de la conspiración, fuente de una interminable y muy agria polémica con el PSOE y los medios del grupo PRISA. Al final, parece que el PP va a tener que soltar este hueso, que se ha empeñado en morder durante demasiado tiempo y con argumentos no suficientemente convincentes. ¿Cuál habría debido ser su estrategia en este tema? Muy sencillo: abstenerse de teorías conspiratorias que se prestan fácilmente a refutaciones irónicas y ridiculizaciones, y limitarse a decir lo siguiente: "En los atentados del 11-M hay cosas importantes que no están claras. Que se investiguen todas, lleve a donde lleve tal investigación. No decimos que detrás se esconda la mano de ETA. No tenemos ninguna idea preconcebida: sólo la certidumbre de que hay que investigar más. Los resultados del 14-M habrían sido distintos -aunque no sabemos en qué medida- sin el 11-M, pero no los discutimos ni impugnamos. Sólo pedimos que se investigue a fondo el 11-M por un honrado deseo de que se aclaren los muchos puntos oscuros del caso. No sabemos si esos puntos oscuros podrían producir un giro espectacular en la investigación. Probablemente no, pero no hay que excluir ninguna posibilidad. Que se investigue hasta donde sea posible, por el simple deber de buscar siempre la verdad. Porque un Estado que se desinteresa de la verdad está socavando sus bases morales y se adentra en un peligroso camino".

Pero el PP, en mi opinión torpemente, ha insistido demasiado en la teoría de la conspiracion. Ahora tiene que desmarcarse de una posición difícilmente sostenible. Para regocijo de "El País", que comprueba la desorientación estratégica de un PP que no termina de dar con la clave justa para ganarle terreno a Zapatero.

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jueves, 26 de abril de 2007

¿POR QUÉ SE RÍEN LOS ETARRAS EN LA AUDIENCIA NACIONAL?

Todos hemos visto repetidas veces la misma escena: se juzga a un etarra en la Audiencia Nacional, y éste, en la jaula de cristal que lo aísla del público y los jueces, sonríe, se ríe incluso, se muestra distendido, despreocupado, indiferente y hasta desafiante. Si tiene a un compañero etarra a su lado, se abraza con él, da muestras de alegría; o bien saluda a los correligionarios batasunos que asisten al juicio para arroparle y jalearle.

¿Por qué todo esto? Sólo hay una respuesta: para hacer más daño, para poner nerviosos a los familiares de las víctimas, para indignar a los asistentes, para que sus imágenes, difundidas por la televisión, desconcierten y provoquen la ira de los españoles: una ira impotente, porque los telespectadores ven cómo los etarras escenifican su absoluta despreocupación y chulería ante el Tribunal y éste no toma ninguna medida contundente.

¿Qué debería hacerse con los etarras en los juicios de la Audiencia Nacional? Para empezar, fuera la jaula de cristal, que a ver por qué ese privilegio, que no se concede en España, durante el juicio, a ningún otro tipo de criminales: la jaula de cristal estimula el chulerismo etarra, al hacer que se sientan físicamente separados de la sala. Y luego, como mínimo, si es que incurren en sus habituales gestos de provocación, esposarlos por las espaldas y hacer que estén, por lo menos, en una postura un poco incómoda. Tal vez entonces empezaran a quitárseles las ganas de reír ante los familiares de sus víctimas.

La firmeza de un Estado también se demuestra con lo que sucede durante los juicios que se celebran en sus Tribunales. Lo que hacen los etarras cuando se les juzga constituye una inadmisible burla y una clarísima provocación. Si los etarras supieran que esas actitudes no se iban a tolerar y que iban a tener, de forma inmediata, consecuencias desagradables para ellos, se andarían con mucho más cuidado. Pero un Estado débil y sin convicciones firmes, como el nuestro, permite que los asesinos de ETA exhiban su insolencia incluso delante del Tribunal.

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sábado, 21 de abril de 2007

¿HAY EN EL GOBIERNO DEL PSOE ALGÚN HOMOSEXUAL?

Repasando mis cuadernos de notas, he recordado que, en una rueda de prensa celebrada hace algún tiempo por el entonces Ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, cuando el tema de la Ley del Matrimonio Homosexual estaba de candente actualidad, un periodista le preguntó al señor ministro si algún miembro del Gobierno pensaba acogerse a esa Ley. La respuesta se redujo a una mirada fulminadora de basilisco enfurecido.

Interpretemos: el PSOE piensa que la homosexualidad es algo tan normal y legítimo, que hay que conceder a los homosexuales el derecho al matrimonio. Pero, cuando -con bastante mala leche, reconozcámoslo- se le pregunta al Ministro que ha defendido esa Ley si algún miembro del Gobierno, tal vez homosexual aún en el armario, piensa hacer uso de ese derecho recién estrenado, va y le mira a uno como si quisiera matarlo. Es decir: que, implícitamente, se sigue pensando que la homosexualidad es algo incorrecto e incluso vergonzoso. Eso nunca lo dirá abiertamente nadie del PSOE (se lo cargarían al instante), pero más de uno lo demuestra con sus actos y actitudes. A muchos socialistas que ideológicamente defienden la homosexualidad como "opción sexual" no les gustaría en absoluto tener un hijo homosexual. La homosexualidad está bien cuando hablamos en abstracto o nos referimos al "colectivo homosexual", y sobre todo como tema político con el que hacer demagogia contra la derecha. Pero ya no gusta tanto cuando afecta a la familia de uno: entonces, también los socialistas prefieren, en secreto, que su hijo sea heterosexual, "como debe ser y es normal".

Un ejemplo más de las muchas incoherencias ideológicas de la izquierda.

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MARIA DE LA PAU JANER Y EL PP

Mucho revuelo se ha armado con las palabras de la escritora y presentadora María de la Pau Janer, incluida en las listas del PP balear para las elecciones autonómicas: que apoya a CiU en Cataluña y que nunca formaría parte de la candidatura de Rajoy o Piqué; que Jaume Matas y el PP balear son otra cosa.

Pero el asunto es bastante fácil de entender: actualmente, tanto el PP como el PSOE, en numerosas Comunidades Autónomas, tienen que adoptar una postura muy cercana al nacionalismo si quieren tener futuro electoral en su territorio. De modo que, en muchos casos, se vuelven cada vez más independientes de la línea política de su partido nacional matriz. Desde hace muchos años, hemos tenido al PSC catalán como un partido prácticamente distinto del PSOE nacional y autónomo respecto a éste. Pero ahora la tendencia se extiende, de modo que, efectivamente, y con esas auténticas taifas en que se están convirtiendo las Comunidades Autónomas, los partidos regionales tienen cada vez más la sensación de que su vínculo con el partido nacional del que son parte resulta cada vez más tenue. Es lo que sucede, por ejemplo, en el PP balear de Matas. En este contexto, no son tan difíciles de entender las palabras de Maria de la Pau Janer.

Por otra parte, resulta muy criticable que Jaume Matas lleve en sus listas a alguien que públicamente declara lo que ha declarado la señora Janer: como mínimo, es una falta de respeto a su propio partido. Pero esto es sólo un síntoma más en el actual proceso de degradación de la vida política española.

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jueves, 19 de abril de 2007

"A CORUÑA" Y LA DICTADURA QUE VIENE

La batalla ya hay que darla por completamente perdida: en televisiones, radios, periódicos etc. etc., siempre que hay que mencionar actualmente la ciudad de La Coruña, no se dice "La Coruña", sino "A Coruña". Puede haber alguna excepción, pero, según tengo repetidamente comprobado, en la inmensa mayoría de los casos esto es así. Y no es sólo que, con ello, haya triunfado la tesis, cerril y dictatorial, del Bloque Nacionalista Galego (que, si digo "Gallego", me pegan), que le han conseguido ganar el pulso al ex-alcalde Paco Vázquez. Es mucho más: que hoy en día sea prácticamente imposible oír, en un medio de comunicación español, "La Coruña", es señal de hasta qué punto nuestra vida social se está degradando, debido a la creciente tiranía de lo políticamente correcto y de la dictadura socialista-nacionalista. Porque, si te atreves a decir en público, sin complejos, "La Coruña", ya estás dando lugar a que te etiqueten como "fascista" y "franquista", miembro de la "derecha extrema" de la COPE y el PP de Rajoy, cuando no directamente de la extrema derecha de Ynestrillas.

Podría pensarse que, al fin y al cabo, ¿qué más da decir "A Coruña" o "La Coruña"? Pero sí que nos jugamos mucho en esa "L" hoy censurada. No es una mera cuestión nominalista. Si perdemos la libertad y el derecho de usar esa "L", si dejamos que el nuevo fascismo izquierdista-nacionalista nos la robe, si nos acomplejamos de tal modo, que no somos capaces de defender esa letra, podemos estar seguros que no habremos perdido sólo una letra del alfabeto. En la actual tesitura de España
esa "L", igual que nuestra propia bandera, es el símbolo de la libertad. La coalición izquierdista-nacionalista que ha propiciado Zapatero ha prohibido la "L" de La Coruña. Y, si no se les hace frente, se darán cuenta de nuestro miedo, de nuestra incapacidad para defender aquello en lo que creemos, y entonces estaremos perdidos. Entonces no podremos culpar a nadie de la dictadura que viene.

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jueves, 12 de abril de 2007

EL GRAN PECADO DE PP Y PSOE EL 11-M

Se desarrolla el macro-jucio por los atentados del 11 de marzo y PP y PSOE no dejan de lanzarse acusaciones recíprocas a cuenta de aquella jornada aciaga. Y, sin embargo, ni uno ni otro hacen la autocrítica que deberían atreverse a afrontar.

Porque, ¿cuál fue el gran pecado de PP y PSOE entre el 11 y el 14 de marzo de 2004? Sencillamente, que, desde un primer momento, su principal preocupación fue la de cómo iba a afectar el atentado a las elecciones del 14 de marzo. El PSOE insistió desde muy pronto en la tesis de la autoría islamista porque pensaba que eso podía causar un vuelco decisivo en las intenciones de voto. Y el PP retrasó todo lo que pudo el admitir esa hipótesis y estiró temporalmente todo lo posible la insistencia en la autoría etarra porque consideró que eso era lo que más le beneficiaba con vistas a la jornada electoral.

Es decir: PP y PSOE llevan años llenándose la boca con aquello de "no instrumentalizar políticamente el tema del terrorismo" y resulta que, ya desde la mañana misma del 11 de marzo, sus líderes estuvieron preocupados ante todo por la repercusión electoral del atentado. En vez de eso, tendrían que haber dicho: "Después de una masacre así y de tanto dolor, lo de menos ya es quién gane las elecciones el próximo domingo. Este sufrimiento lo que tiene que hacer es unirnos a todos, incluidos los políticos de PP y PSOE. Gane quien gane, este atentado tiene que sacudir nuestras conciencias y llevarnos a aparcar las rivalidades políticas partidistas, muchas veces tan mezquinas. Algo muy profundo debe cambiar en el clima político español y tal vez esta tremenda masacre pueda ser el punto de arranque para impulsar ese cambio".

Pero nadie dijo ni esto ni nada por el estilo. PP y PSOE se portaron de una manera absolutamente decepcionante, obsesionados con ganar las elecciones y llegar al poder. Ese fue el gran pecado de ambos el 11-M. Y a día de hoy todavía lo seguimos pagando.

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lunes, 9 de abril de 2007

¿UN PP "MÁS CENTRISTA"?


En "El Mundo" del pasado domingo 8 de abril, el editorialista del periódico, recogiendo la postura de Pedro J. Ramírez, opina que "sólo un PP más centrista podrá derrotar a Zapatero", habida cuenta de que en el momento actual se encuentra estancado en las encuestas de intención de voto y una parte significativa de la población española no está de acuerdo con el estilo de oposición que está desarrollando el partido de Mariano Rajoy.

El centro político es ese lugar mítico que se afanan en buscar todos los partidos que tienen aspiraciones serias de gobierno. En este sentido, se puede estar de acuerdo con "El Mundo". Ahora bien: ¿qué significaría, para el PP actual, "ser más centrista"? Que se sepa, la referencia política del Partido Popular es la Constitución de 1978, lo cual -digo yo- no les convierte en unos monstruos de la extrema derecha. Así que no es que Mariano Rajoy deba cambiar tales referencias, sino, más bien, un aspecto muy importante de su actitud: aunque puede seguir criticando todo lo que sinceramente considere equivocado en la política de Zapatero, debe adoptar un tono más moderado, matizar mejor sus argumentos y diversificar los mensajes que lanza hacia la opinión pública, ahora mismo demasiado centrados en el tema de la negociación con ETA.

Mariano Rajoy es un hombre de trato cordial y estilo muy poco autoritario. Aunque a veces es necesario enfadarse y levantar la voz, su actual tono, que muy a menudo está demasiado elevado, termina por cansar y resulta contraproducente. "Ser más centrista" consiste, simplemente, en aparecer como una persona que, sí, sabe levantar la voz y dar un puñetazo en la mesa si hace falta, pero cuya actitud habitual es la de una persona afable, estable, razonable y tranquila. Eso lo podría hacer Rajoy limitándose a ser él mismo. Tan sencillo -y tan difícil- como eso.

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