sábado, 21 de abril de 2007

¿HAY EN EL GOBIERNO DEL PSOE ALGÚN HOMOSEXUAL?

Repasando mis cuadernos de notas, he recordado que, en una rueda de prensa celebrada hace algún tiempo por el entonces Ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, cuando el tema de la Ley del Matrimonio Homosexual estaba de candente actualidad, un periodista le preguntó al señor ministro si algún miembro del Gobierno pensaba acogerse a esa Ley. La respuesta se redujo a una mirada fulminadora de basilisco enfurecido.

Interpretemos: el PSOE piensa que la homosexualidad es algo tan normal y legítimo, que hay que conceder a los homosexuales el derecho al matrimonio. Pero, cuando -con bastante mala leche, reconozcámoslo- se le pregunta al Ministro que ha defendido esa Ley si algún miembro del Gobierno, tal vez homosexual aún en el armario, piensa hacer uso de ese derecho recién estrenado, va y le mira a uno como si quisiera matarlo. Es decir: que, implícitamente, se sigue pensando que la homosexualidad es algo incorrecto e incluso vergonzoso. Eso nunca lo dirá abiertamente nadie del PSOE (se lo cargarían al instante), pero más de uno lo demuestra con sus actos y actitudes. A muchos socialistas que ideológicamente defienden la homosexualidad como "opción sexual" no les gustaría en absoluto tener un hijo homosexual. La homosexualidad está bien cuando hablamos en abstracto o nos referimos al "colectivo homosexual", y sobre todo como tema político con el que hacer demagogia contra la derecha. Pero ya no gusta tanto cuando afecta a la familia de uno: entonces, también los socialistas prefieren, en secreto, que su hijo sea heterosexual, "como debe ser y es normal".

Un ejemplo más de las muchas incoherencias ideológicas de la izquierda.

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