Nos llega de Irán la noticia de que el presidente Ahmadineyad ha lanzado una campaña para restaurar el rigor, hoy relajado, en la observancia del velo femenino dentro de la sociedad iraní.
La reacción occidental mayoritaria ante la iniciativa de Ahmadineyad es de extrañeza e incredulidad: el velo femenino simboliza una sociedad retrógrada, autoritaria y patriarcal, una teocracia anclada en valores más que trasnochados. La liberación del velo representaría la liberación de la mujer, el acceso al concepto de libertad que disfruta Occidente. Una buena parte de la sociedad iraní -sobre todo de la juventud- aspira a ese tipo de libertad. Y nosotros creemos que acceder a esa libertad es algo irrenunciable, valiosísimo y maravilloso.
Sin embargo, el concepto occidental de libertad es también el mayor enemigo del propio Occidente contemporáneo: porque esa libertad, por su propia dinámica interna, tiende a no reconocer ningún límite infranqueable y sagrado: el "hombre libre" occidental de nuestros días quiere convertirse en el Superhombre de Nietzsche: un hombre "más allá del bien y del mal". Pero la libertad, convertida en un valor absoluto, conduce a la sociedad a la confusión, la desorientación, la anarquía y el caos. Como está sucediendo en las sociedades occidentales contemporáneas.
El mundo musulmán percibe ese caos, ese alejamiento de Dios en nombre de la "libertad del hombre" e intenta defenderse contra la influencia de Occidente. El velo islámico en el que insiste Ahmadineyad es justamente un instrumento de defensa contra ese caos. Aunque la dinámica general del mundo actual -también en los países musulmanes- va en sentido contrario: hacia el abandono del velo y el acercamiento a la seducción irresistible que ejerce la libertad occidental. Y esta lucha entre dos visiones contrapuestas del mundo (la islámica y la occidental) genera unas tensiones complejísimas que habría que analizar con el máximo rigor intelectual. El velo de Ahmadineyad tiene sentido y es legítimo. Pero también es legítima -si no se la lleva a su última expresión- la libertad occidental. A ver cómo coordinamos lo uno con lo otro. ¿Cómo? No sería mala idea preguntárselo al cristianismo.
lunes, 23 de abril de 2007
IRÁN Y EL VELO DE AHMADINEYAD
Publicado por
Antonio Martínez Belchí
en
14:21
Etiquetas: actualidad política internacional, Ahmadineyad, cultura occidental, hijab, Irán, islamismo, libertad, mundo islámico, Nietzsche, Occidente, superhombre, velo islámico
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario